Salgo de casa con mis aletas, descalzo,con mi bañador,¿para qué más?. No necesito toalla. No la voy a necesitar.No necesito secarme cuando salga, prefiero que la humedad de mi cuerpo se seque sola, al aire. El agua está fría, pero yo estoy concentrado tanto en otras cosas que ni me doy cuenta de ello. Hay olas, son grandes, no enormes. El tamaño de las olas es subjetivo, depende de la voluntad que tengas de superarlas. Si dejas que el miedo se apodere de tí, estás perdido, te parecerán enormes y te costará, primero superarlas y luego salir del agua.Ya me ha pasado. La clave, el AUTOCONTROL.
Llegas con velocidad a la rompiente y las sientes, las pasas por debajo mientras avanzas. Y llegó la calma. Atravesaste lo peor y ahora estás viendo esas mismas olas detrás de tí, rompiendo con fuerza. Tú eres mucho mejor que ellas. Las han vencido, pero ahora tienes que volver y las necesitas. Seleccionas la adecuada...y la coges, remas con fuerza y ya estás. Te lleva, te deslizas y te sientes dentro. Felicidad.Breve pero sublime.
El mar es la vida y las olas los problemas.Aquel que haya disfrutado de las olas, de muchas, ese será feliz. Pues afrontará la nueva serie sabiendo que al final obtendrá aquello que todos buscamos en la vida.
10.3.09
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1 comentario:
Cuánta filosofía, leñe.
Je, je.
Un abrazo.
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